El mantenimiento de las herramientas de trabajo es vital para la seguridad laboral. Mantener las herramientas en condiciones de funcionamiento contribuye a la seguridad. El camino ideal está en el mantenimiento preventivo (o proactivo) es decir en aquel mantenimiento que se lleva a cabo para mantener la funcionalidad de la herramienta de forma planificada y programada. Si el camino es el mantenimiento correctivo (o reactivo) los peligros y riesgos son mayores ya que se inicia la reparación una vez que la herramienta deja de funcionar.
A diferencia de la consideración general, el mantenimiento no es una competencia y responsabilidad exclusiva de los técnicos y mecánicos, es responsabilidad de todos los trabajadores del sector, de la dirección de la empresa y hasta del sindicato. La salud y la seguridad de los trabajadores pueden verse afectadas durante el proceso de
mantenimiento, pero mucho más por la falta de mantenimiento, o por una práctica de mantenimiento
inadecuada.
El mantenimiento es imprescindible en todas las herramientas tanto en las manuales como en las herramientas eléctricas, neumáticas o a nafta o gasoil. Las simples herramientas manuales como sierras, martillos,
destornilladores, alicates, hachas y llaves requieren atención de la misma forma que otras herramientas más complejas como un martillo neumático. Por ejemplo una herramientas con filo deficiente o mango fisurado pueden dificultar el trabajo y provocar lesiones en los trabajadores.
Ya en el caso de las herramientas portátiles alimentadas, que están presentes de forma común y corriente la falta de mantenimiento puede causar lesiones graves como por ejemplo amputaciones. Además el mantenimiento debe realizarse de forma profesional y rigurosa, las herramientas rotas o las que se modifican “atando con alambre” pueden resultar peligrosas. Por ejemplo, “emparchar” una herramienta de alimentación eléctrica podría generar quemaduras y descargas o provocar un funcionamiento deficiente de las potencialidades del equipo.
Debe prestarse especial atención al mantenimiento de las herramientas portátiles para prevenir y eliminar riesgos. El control y el mantenimiento de estos útiles en obras de construcción constituyen un reto, debido a la naturaleza de estos lugares y porque, por su propia naturaleza, las herramientas portátiles se transportan con facilidad y al no ser equipos de costos elevados suelen no captar la mayor atención de la empresa.
Un cuidado constante y el mantenimiento y almacenamiento adecuados son fundamentales para el uso seguro de herramientas portátiles en los diferentes rubros.
Los trabajadores también son parte fundamental como guardianes de la implementación y seguimiento de una política de mantenimiento firme y definida. Siempre deben informar sobre los elementos que requieran atención y sobre todo mantenerse atentos al correcto estado de los dispositivos de prevención que tengan esas herramientas.
Fuente: Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo