La prevención es la mejor manera de evitar problemas vocales en los docentes. El esfuerzo sostenido durante muchas horas diarias, cino o seis días a la semana, la numerosidad de los grupos a cargo y las características personales sumado a los cambios de estación pueden generar afonía o –en casos más severos– la aparición de nódulos y polípos en las cuerdas vocales.
**** Seguramente quienes tienen experiencia como docentes conocen y aplican acciones o ejercicios para evitar padecer molestias o sufrir afecciones más complicadas en su voz.
¿Se animan a compartirlas?
Mientras tanto, compartimos algunas RECOMENDACIONES BÁSICAS PARA TENER UNA BUENA SALUD VOCAL:
**Relacionadas con las costumbres personales
Evitar el tabaco.
Evitar agentes deshidratantes como el alcohol o la cafeína.
Beber abundantes líquidos.
Tener una disciplina de sueño
No utilizar la tiza cuadrada que suelta mucho polvo y sustituirla por rotuladores sobre pizarra de plástico.
Evitar especias picantes en la dieta.
Dosificar la cantidad de tiempo y el volúmen en el que se dirige a la clase.
Mantenga una postura corporal correcta: espalda, hombros y caderas bien alineados.
Realice ejercicios de relajación.
**Relacionadas con el entorno
Controlar los ambientes con aires acondicionados o con calefacción muy fuerte.
Mejorar la acústica de las aulas si es posible.
Utilizar amplificadores (micrófonos) en aulas grandes.
**Relacionadas con la voz
Respirar por la nariz y no por la boca.
Evitar forzar la voz por encima del nivel de ruido-ambiente.
Vocalizar todas las palabras de manera correcta para utilizar menos intensidad de voz.
Hacer ejercicios de extensión tonal, es decir, pronunciando una misma frase primero con tonos muy graves y posteriormente en tonos cada vez más agudos.
Desplazarse por la sala mientras se habla
Descansar entre pausas de clases
Aprender técnicas de manejo de voz